Ese aviso, “en mi casa mando yo”, se podía leer en un antiguo bastón de la casa de mi abuelo paterno. Realmente era una verdad a medias, porque a no ser que faltara la señora de la casa pocas veces era así. Esta jornada previa al parón liguero en España, no en Inglaterra donde la competición se pone aún más interesante en estas fechas, hemos podido ver que en algunos casos el jefe domina todo, mientras que en otros lo hace pero sólo a medias, y la constatación de que en alguno lo hace de cara a la galería en asuntos mediáticos aunque realmente pinta poco o casi nada en los trascendentes.
Uno tenía la costumbre de escribir el resumen de la jornada los domingos por la noche pero ahora toca hacerlo los lunes. Bueno, ya es martes porque el Zaragoza-Valladolid terminó cerca de la una de la madrugada. Los aficionados más clásicos no encontrarán más que una reseña en los diarios, ya que los compañeros tenían el cierre preparado mucho antes.
Y es que desde hace un tiempo las cosas en la Liga no son lo que eran. Aquellas jornadas con partidos a las cinco han pasado a mejor vida. La idea era que el espectador pudiese ver todos los partidos. Un atracón de fútbol para poner a prueba la resistencia visual del aficionado y la paciencia de sus familiares no tan aficionados al deporte. Pero el primer día, se hizo coincidir el loco partido de los ocho goles en Bilbao con el del Santiago Bernabéu. Yo grabé el primero de ellos, porque acudí al pupitre de prensa del estadio madrileño pero no creo que otros pudieran hacer lo mismo.
Últimos Comentarios